ZENPLUS 30 cápsulas SURAVITASAN
ZenPlus es un complemento alimenticio a base de 9 extractos de plantas, L-teanina, jalea real y el complejo B completo para aportar equilibrio y mantener la salud del sistema nervioso. La fórmula de 25 ingredientes contiene por cápsula 360 mg de extractos de plantas, 206 mg de vitaminas del grupo B y 100 mg de teanina siendo una fórmula muy concentrada y completa.
Declaraciones saludables (Reglamento UE Nº 432/2012): Las vitaminas B1,B2, B3, B6 y B12 contribuyen al normal funcionamiento del sistema nervioso y la B1, B3, los folatos y la B12 ayudan a mantener una función psicológica normal. la vitamina B5 contribuye al rendimiento intelectual normal.
Vegano, Ovolactovegetariano, Sin lácteos
Alérgenos comunes: extracto de avena
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Información del producto
ZENPLUS es una fórmula elaborada con ingredientes a los que se les atribuye propiedades adaptógenas aumentando la resistencia del organismo a las múltiples formas de estrés. Regula los principales mediadores implicados en la respuesta al estrés y contribuye a mejorar la resistencia física y el rendimiento cognitivo potenciando la concentración y la capacidad crítica. ZENPLUS reduce la irritabilidad nerviosa y la ansiedad a la vez que favorece un bienestar emocional y mental.
L-TEANINA: se trata de un aminoácido presente casi exclusivamente en la planta del té que se sintetiza en la raíz y se concentra en las hojas.
La L-teanina ha sido ampliamente estudiada por sus beneficios sobre la salud. Produce un efecto relajante en situaciones de estrés debido a que incrementa la actividad de las ondas cerebrales alfa, una señal de relajación inducida. En el cerebro, la L-teanina aumenta el GABA, un neurotransmisor que participa en la regulación del equilibrio-excitabilidad, además de aumentar los niveles de dopamina y serotonina que elevan el estado de ánimo y el buen humor. En un estudio realizado en Japón se sugiere que la ingesta oral de L-teanina podría causar efectos antiestrés mediante la inhibición de la excitación de neuronas corticales (1,2).
ASHVAGANDHA: la raíz de la Withania somnífera se ha empleado tradicionalmente para tratar los estados de ansiedad e hiperexcitabilidad nerviosa entre otras aplicaciones. En su composición abundan principalmente los witanólidos y en menor proporción alcaloides y saponinas (3). En la monografía de la OMS se detalla su actividad antiestrés al mejorar el tiempo de reacción, su poder antioxidante, su actividad inmunoestimuladora y su capacidad neuroprotectora. En medicina ayurvédica se ha utilizado por su capacidad adaptógena para mejorar la salud física y mental, aumentar la resistencia contra enfermedades y contaminantes externos, así como para aumentar la longevidad (4-6).
RODIOLA: contiene numerosos principios activos, incluyendo proantocianidinas y flavonoides, sin embargo, los principales son fenilpropanoides (rosavina, rosina, salidrosido, entre otros). Está considerada como una de las principales adaptógenas, es decir aumenta la resistencia del organismo a las múltiples formas de estrés que le afectan. Su efecto beneficioso sobre el estrés está relacionado con la regulación que ejerce a través del eje hipotálamo-hipófisis-suprarrenal y el control de los principales mediadores de la respuesta al estrés (Hsp70, DAT-16, cortisol, NO, entre otros) así como su influencia sobre la actividad de las monoaminas y péptidos opioides (7-11).
Numerosos estudios han demostrado su efecto antiestrés y su capacidad de mejorar el rendimiento cognitivo (memoria, cálculo mental, concentración) sobre todo bajo condiciones de estrés. En un estudio se demostró que pacientes sometidos a ciertas condiciones de estrés, tras la administración de 170 mg de un extracto de Rhodiola durante 15 días, mejoró de forma significativa la función cerebral cognitiva y perceptiva. Rhodiola contribuye a incrementar la resistencia física y mental aumentando la resistencia al esfuerzo y disminuye el tiempo de recuperación tras el esfuerzo por lo que algunos estudios sugieren su utilidad en deportistas y en pacientes con el sistema inmune disminuido (7-14).
ALBAHACA SAGRADA: es una planta aromática con una larga trayectoria en la medicina tradicional ayurvédica considerada como un adaptógeno que equilibra distintos procesos corporales y ayuda a adaptarse al estrés. En la India se la considera una albahaca sagrada. Conocida también como Tulsí existe una amplia evidencia científica que describe su potencial terapéutico. Investigaciones más actuales han permitido destacar al eugenol, componente activo de Ocimum tenuiflorum, como principal responsable de su actividad. En un estudio realizado recientemente se demostró la actividad ansiolítica de Ocimum tenuiflorum en pacientes con trastorno de ansiedad generalizado (15,16).
PASIFLORA: la parte activa de la planta son sus sumidades aéreas. En su composición química abundan los flavonoides además de otros compuestos fitoquímicos que actúan sinérgicamente y que justifica su empleo terapéutico. Su monografía se encuentra descrita en publicaciones tan prestigiosas como la ESCOP, OMS o la EMEA indicándola además de para el insomnio, para la ansiedad, nerviosismo, irritabilidad, palpitaciones entre otras. Con frecuencia se asocia a otras plantas para potenciar su efecto o para tratar modalidades distintas de insomnio (17-19).
AVENA: la EMEA (European Medicines Agency) aprueba el uso tradicional de las partes aéreas de la planta para el alivio de los síntomas leves de estrés mental y para ayudar a conciliar el sueño. De hecho, le atribuye una suave acción sedante por la presencia de un alcaloide indólico similar al alcaloide contenido en Passiflora por lo que seguramente actúan en sinergia. La Comisión E describe el uso de la Avena en el tratamiento de la ansiedad aguda y crónica, así como en situaciones de estrés, estados de excitación y síndrome neurasténico (20,21).
ASTRÁGALO: la parte de la planta que se emplea en terapéutica es la raíz. Los componentes activos mayoritarios son saponinas triterpénicas y polisacáridos. Numerosas investigaciones confirman el efecto inmunoestimulante de la raíz que puede ejercer un efecto beneficioso en situaciones en las que el sistema inmunitario se haya comprometido como las situaciones de estrés. Parece que la actividad inmunoestimulante está asociada a su fracción polisacárida. En un estudio reciente se evaluó el efecto anti-estrés del astrágalo en un modelo de estrés inducido. Los resultados fueron muy concluyentes observando que la administración de astrágalo reajustaba los niveles de ciertos transmisores neuroquímicos implicados en el estrés. Se detectó una reducción significativa de la tirosina hidroxilasa en las neuronas del locus coeruleus y un aumento de la actividad colinérgica en el hipotálamo mejorando el aprendizaje espacial, la memoria y reduciendo el estrés (22,23).
D-RIBOSA: es una molécula simple de carbohidratos que se encuentra en todas las células del cuerpo humano. El estrés físico puede aumentar la pérdida de nucleótidos (como ATP, ADP y AMP) del corazón y de los músculos esqueléticos. D-Ribosa es fundamental en la producción continua de ATP, la molécula que da a nuestros músculos y corazones la energía que necesitan para realizar. La ribosa ayuda a la producción de energía a nivel celular, mejora el tiempo de recuperación muscular y la resistencia (24-26).
FELODENDRON: la parte de la planta utilizada en terapéutica es la corteza, cuyo principal componente es la berberina. Este compuesto ha demostrado su actividad ansiolítica en distintos modelos experimentales. Está actividad también ha sido demostrada en otro estudio realizado en mujeres con sobrepeso asociado al estrés, en la que una combinación de Felodendron y Magnolia reducen los niveles de cortisol y el estrés percibido, ayudando así a mantener el peso (27-29).
AZUFAIFA ROJA: en medicina tradicional china el fruto de la planta se ha utilizado en el insomnio, cansancio, inapetencia y en la ansiedad. Sus componentes principales son triterpenos y saponinas triterpénicas. Existe cierta evidencia científica en que se muestra el efecto hipnótico de los jujubósidos influyendo sobre el ritmo circadiano y el sistema seritoninérgico. En las monografías de la OMS describe sus beneficios en el tratamiento del insomnio asociado a la irritabilidad (30).
MAGNOLIA: la corteza de la planta contiene magnolol y honokiol como principales componentes y es a éstos a los que se les atribuye una acción ansiolítica y antidepresiva debido a que ambos compuestos tienen cierta selectividad por determinados subtipos del receptor GABA-A. En un estudio realizado en el 2008 se demostró el efecto sinérgico de la Magnolia y el Felodendron los cuales ayudan a mantener los niveles de cortisol y DHEA, hormonas relacionadas con los síntomas del estrés, y propició un alivio para las mujeres premenopáusicas que sufrían de ansiedad transitoria (31-34 27-30).
VITAMINAS DEL COMPLEJO B: formado por un conjunto de vitaminas que actúan en común para conseguir que nuestro organismo manifieste una buena salud. En general mantienen en buenas condiciones el sistema nervioso, cuidan de la salud mental y fortalecen el sistema inmunológico entre otras funciones (35,36).
Vitamina B1 (Tiamina HCl): es necesaria para transformar los alimentos en energía y para que el cerebro pueda absorber la glucosa que necesita para funcionar adecuadamente. Cuando se produce una deficiencia de esta vitamina, aparecen problemas de depresión, cansancio, falta de interés, problemas de falta de memoria o poca agilidad mental. Es necesaria para que el sistema nervioso se nutra adecuadamente. La administración de suplementos de esta vitamina ayuda a reducir los síntomas negativos de la depresión al estabilizar los niveles de tiamina. Resulta útil en casos de demencia y ayuda a superar el estrés.
Vitamina B2 (Rivoflavina): necesaria para el buen funcionamiento de las células nerviosas, influye positivamente en determinados trastornos nerviosos como el estrés, el insomnio y ansiedad.
Vitamina B3 (Inositol-hexanicotinato/nicotinamida): pequeñas deficiencias de esta vitamina pueden provocar alteraciones del sistema nervioso como nerviosismo, irritabilidad, insomnio y depresión. Incorporamos la vitamina B3 en forma de inositol-hexanicotinato y de nicotinamida (no ruborizante).
Ác pantoténico (Vit. B5) (D-pantottenato de calcio): interviene en el funcionamiento de la glándula suprarrenal, la cual es responsable de liberar cortisol, una hormona relacionada con el tono vital y el estado de alerta.
Vitamina B6 (Piridoxina): necesaria para la creación de la hemoglobina en la sangre y junto con el resto de vitaminas del grupo B participan en el mantenimiento del sistema nervioso e inmunitario. Favorece la mejora de la depresión ya que suplementos de esta vitamina elevan los niveles de serotonina y favorece el mantenimiento de la memoria en personas mayores.
Vitamina B7 (Biotina): ayuda a utilizar el ácido pantoténico y el ácido fólico. Participa en el metabolismo de las grasas, proteínas e hidratos de carbono y deficiencias en biotina pueden manifestarse en forma de alteraciones nerviosas.
Vitamina B9 (Folato): algunos de los síntomas relacionados con su deficiencia son la debilidad, la depresión, la falta de memoria o el mal humor, entre otros.
Vitamina B12 (Metilcobalamina): está implicada en las actividades de numerosas enzimas orgánicas y colabora en el mantenimiento de la salud del sistema nervioso.
Colina bitartrato: es necesaria para la formación de la aceltilcolina, neurotransmisor del cerebro, cuya función principal es la transmisión de los impulsos nerviosos, por lo que tiene una importancia capital en el buen funcionamiento de la conducción nerviosa.
INOSITOL: es necesario para el buen estado de las células nerviosas y junto con la colina es responsable de la creación de neurotransmisores. El inositol interviene en el equilibrio químico del cobre y el zinc en las células nerviosas. La falta de esta vitamina puede producir exceso de cobre que será responsable de la aparición de numerosos problemas del sistema nervioso: angustia, insomnio, nerviosismo, estrés o depresión (37).
PABA (ácido para-aminobenzoico): influye en la eficacia y formación del ácido fólico, al estimular la formación de determinadas bacterias intestinales. Puede aumentar nuestra vitalidad ya que aumenta el suministro de oxígeno a nuestros tejidos y colabora en la formación de los hematíes. Se ha descrito que una deficiencia de este cofactor puede causar fatiga, irritabilidad, depresión o nerviosismo.
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