OSTO-FORT 90 cápsulas SURAVITASAN
Osto-Fort es un complemento alimenticio a base de hidroxiapatita microcristalina, vitaminas, minerales, extractos de plantas y aminoácidos que aporta calcio, fósforo y colágeno orgánico de máxima asimilación junto con el más completo apoyo de cofactores de ayuda en el mantenimiento de la salud ósea.
Declaraciones saludables (Reglamento UE Nº 432/2012): El calcio, fósforo, manganeso, zinc , vitamina D y vitamina K, son necesarios para el mantenimiento de los huesos en condiciones normales. La vitamina C contribuye a la formación natural de colágeno para el funcionamiento normal de los cartílagos y huesos.
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Información del producto
OSTO-FORT, con hidroxiapatita microcristalina, forma de calcio de excelente absorción, es una fórmula específica para mantener la integridad del tejido óseo aportando nutrientes en cantidades adecuadas capaces de prevenir o aminorar eficazmente la pérdida de masa ósea. Porque creemos que unos huesos fuertes no sólo dependen del calcio, otros minerales, proteínas y componentes osteoespecíficos son necesarios para regular la homeostasis cálcica, aumentar la densidad ósea, mejorar la calidad de la matriz osteoide y reducir el riesgo de fracturas que se presentan en los procesos osteoporóticos.
HIDROXIAPATITA MICROCRISTALINA: la hidroxiapatita es el principal componente mineral del hueso, constituido por cristales de fosfato cálcico y otros 9 minerales que intervienen en la formación del hueso. Presenta también colágeno tipo I, una proteína que proporciona resistencia y cierta flexibilidad a la matriz ósea. En nuestra formulación la inclusión de hidroxiapatatita microcristalina de origen bovino procedente de Australia (libre de BSE) nos permite aportar una excelente fuente de calcio y de otros minerales (magnesio, cromo, zinc, hierro ) que están presentes en proporciones fisiológicas para obtener una biodisponibilidad del calcio óptima debido a que el calcio se absorbe con más facilidad respecto a otros suplementos de calcio (1,2). Distintos estudios sugieren que la administración oral de hidroxiapatita puede acelerar la recuperación de fracturas y mejorar o prevenir la osteoporosis. La hidroxiapatita representa el depósito del 99% del calcio corporal y el 80% del fósforo total por lo que detallamos a continuación las principales funciones de los componentes que se hallan de forma mayoritaria en la hidroxiapatita (1-3):
CALCIO: la importancia de este mineral como constituye de los cristales de hidroxiapatita del hueso se conoce desde hace mucho tiempo. La concentración de calcio en el hueso no sirve únicamente para mantener su fortaleza, sino que supone el reservorio principal de calcio corporal. El envejecimiento genera cambios en la homeostasis cálcica. En el anciano se ha observado una disminución creciente de la absorción intestinal del calcio, asociada a bajos niveles de vitamina D. También se ha descrito una deficiente reabsorción tubular renal del calcio. También en mujeres menopáusicas se ha comprobado que tienen mala absorción de calcio debido al hipoestrogenismo. Sabemos que personas sometidas a dietas con un bajo contenido en calcio tienen mayor riesgo de fracturas. Un metaanálisis ha sugerido que por cada 300 mg/día de aumento en la ingesta de calcio, el riesgo de fractura de cadera se reduce en un 4%. En otro estudio se comprobó que mujeres ancianas con facturas previas y baja ingesta de calcio, el tratamiento con 1200mg/día de calcio lograba prevenir las fracturas vertebrales. LA FDA aprueba una relación entre la suplementación de calcio y el aumento de la densidad mineral ósea y dicha suplementación podría reducir la tasa de fracturas óseas en un 50% así como mejorar y prevenir la patología osteoporótica (3).
FOSFORO: este micronutriente es otro de los componentes principales del hueso. Se encuentra en el contenido mineral óseo, formando parte de la hidroxiapatita. Es importante mantener una óptima relación calcio-fósforo en la dieta ya que el fósforo interfiere en el balance cálcico del organismo pudiendo influir negativamente en el metabolismo óseo (4,5).
PROTEÍNAS: son fundamentales para el buen mantenimiento del tejido conjuntivo y proporcionan resistencia y tracción a la matriz extracelular ósea. En la hidroxiapatita, el colágeno tipo I, es la proteína que proporciona propiedades mecánicas tanto en hueso como en tendón (4,5).
MAGNESIO: el organismo contiene de 20 a 28 g de magnesio de los cuales alrededor del 60% se encuentra en los huesos formando parte de la matriz ósea. Este mineral participa en las acciones de la hormona paratiroidea que regula el metabolismo del calcio y de la vitamina D3 en el hueso. Se sabe que los suplementos de magnesio aumentan la densidad ósea y reducen el riesgo de fractura en la mujer menopáusica. En nuestra fórmula el magnesio se ha incorporado en forma de bisglicinato para aumentar su absorción y su biodisponibilidad por lo que su absorción resulta unas 4 veces más rápida que la de otras formas de magnesio (4,6).
ZINC, BORO, MANGANESO y COBRE (ELEMENTOS TRAZA): entre los minerales relacionados con la salud ósea, además de los ya citados anteriormente (calcio, fósforo, magnesio, silicio) se encuentran el zinc, el boro, el manganeso y el cobre. El ZINC es necesario para la actividad osteoblástica, la síntesis de colágeno y la actividad de la fosfatasa alcalina, enzima participante en la mineralización ósea. Se ha comprobado que la ingesta de zinc de la dieta puede influir en el pico de masa ósea alcanzado en la adolescencia. La suplementación con magnesio, zinc y cobre se ha asociado a una disminución de la pérdida ósea en la menopausia (7). El BORO es esencial en el metabolismo del calcio, fósforo, magnesio y vitamina D3. Influye en el metabolismo mineral mejorando la absorción cálcica y reduciendo su excreción urinaria. También parece que actúa en el recambio de colágeno ya que un aporte de boro aumenta la síntesis de colágeno y esto puede contribuir a la formación ósea (8). El MANGANESO participa en la síntesis de los mucopolisacáridos de la matriz ósea. El COBRE es necesario para la estructura del colágeno y la elastina de dicha matriz (4).
COLA DE CABALLO: por su alto contenido en sílice acelera la reparación del tejido conectivo, proporcionando fortaleza y elasticidad en los mismos. En un estudio poblacional elaborado para determinar la asociación entre sílice y salud ósea se concluyó que una mayor ingesta de silicio podría tener efectos saludables sobre el tejido óseo debido a que el silicio estimula la producción de osteoblastos, neutraliza a los radicales hidroxil y participa en la formación del colágeno tipo I y promueve su estabilidad estructural (9,10).
VITAMINA B1 (TIAMINA): interviene en procesos enzimáticos del metabolismo de los hidratos de carbono para la formación de energía. También es esencial para el normal funcionamiento del corazón y los tejidos nerviosos. En esta formulación actúa en sinergia con la vitaminaC y el manganeso en el correcto desarrollo del tejido óseo. Además mejora el dolor muscular inespecífico (11,12).
VITAMINA K2: se comporta como cofactor implicado en la gama carboxilación del ácido glutámico, el cual es un factor importante en la producción de osteocalcina, una proteína específica del hueso. Existe una relación entre la ingesta de vitamina K, la densidad mineral ósea y el riesgo de fractura en el anciano. Posiblemente se deba a que en presencia de un aporte bajo de vitamina K se produce una proteína menos carboxilada y por tanto menos funcional. Se ha comprobado una relación inversa entre ingesta de vitamina K y riesgo de fractura de cadera en 72.327 mujeres. En nuestra formulación la hemos incorporado en forma de menaquinona 4 y 7, que son las formas más biodisponibles (13,14).
VITAMINA D3 (colecalciferol): la vitamina D3 es la forma más eficaz de la vitamina D que regula la síntesis de otras hormonas relacionadas con el metabolismo del calcio, como la paratohormona (PTH) y actúa en diversos órganos implicados en la homeostasis cálcica, sobre todo en el intestino, favoreciendo la absorción intestinal de calcio, siendo el principal regulador de su absorción activa. La deficiencia de vitamina D contribuye al aumento del recambio óseo y a la pérdida ósea. Así, dos de cada tres mujeres en tratamiento por osteoporosis presentan deficiencia de vitamina D y entre ancianos, un 40% presenta la falta de vitamina, cifra que llega al 80% entre los que viven en residencias u hospitales (11,15).
VITAMINA C (Ácido Ascórbico): interviene en el mantenimiento de una estructura adecuada del tejido óseo. Es necesaria para la hidroxilación de la prolina y lisina del procolágeno y para estabilizar la hidroxiprolina en la estructura del colágeno. Impide la excesiva acumulación extracelular de piridinolina, lo que reduciría la elasticidad del hueso. Además promueve la diferenciación de las células involucradas en el desarrollo y el crecimiento de los huesos. Es fundamentental en la maduración de los osteoclastos. La vitamina C se ha relacionado tanto con la densidad ósea como con el riesgo de fracturas. Varios trabajos han asociado una ingesta alta de vitamina C con aumento de la densidad mineral ósea y se ha comprobado que los pacientes con importante déficit de vitamina C son más propensos a las fracturas. Una ingesta baja de vitamina C aumenta hasta 5 veces el riesgo de fractura en fumadoras y altos valores séricos de vitamina C se asocian con un descenso de la prevalencia de fracturas en mujeres posmenopáusicas fumadoras. En otro estudio en el que se quiso determinar si la vitamina C se relacionaba con las fracturas osteoporóticas en ancianas no fumadoras, se observó que las ancianas con fractura osteoporótica tenían bajas concentraciones séricas de vitamina C (16).
FOLATO y VITAMINA B12: niveles bajos de ácido fólico y vitamina B12 se han asociado a una menor densidad mineral ósea y a un mayor riesgo de osteoporosis. La relación existente entre estas dos vitaminas y la salud ósea se basa en el hecho de que estas dos vitaminas participan como cofactores en el metabolismo de la homocisteína. La homocisteína está implicada en la síntesis de osteocalcina y en el mantenimiento de los osteoblastos. Además, puede interferir con la formación de puentes de colágeno y con la función de diversas proteínas de la matriz ósea y quizás aumentar la osteoclastogénesis. La administración de vitamina B12 a pacientes con anemia perniciosa produjo un aumento de los biomarcadores de formació ósea y una mejora de la densidad mineral ósea (13,17).
L-PROLINA Y L-LISINA: el deterioro de la microarquitectura ósea estaría directamente relacionado con la calidad de la matriz osteoide, constituida en un 90% por colágeno. Cualquier alteración en el colágeno de la matriz modifica el soporte óseo necesario para la mineralización y da lugar a un material más frágil y propenso a las fracturas. La prolina y la lisina son dos aminoácidos fundamentales para la formación de colágeno. En un estudio realizado sobre mujeres posmenopáusicas osteoporóticas a las que se les administró lisina, se concluyó que la lisina podía aumentar la absorción intestinal de calcio y mejorar la conservación renal del calcio absorbido. En nuestra formulación tanto la prolina como la lisina se presentan en su forma libre para una mejor absorción y asimilación (18).
GLUCOSAMINA: se trata de un aminosacárido que participa en la síntesis de los glucosaminoglicanos y los proteoglicanos, por parte de los condrocitos, que constituyen el cartílago articular. La administración de glucosamina favorece la restauración del cartílago y estimula la síntesis de los compuestos anteriormente citados para mantener la integridad de la matriz ósea y mejorar la función articular. Al sulfato de glucosamina también se le atribuye una acción antiinflamatoria que alivia la sintomatología en procesos artríticos (19).
CÚRCUMA: el compuesto principal de la cúrcuma, la curcumina, es la responsable de su acción antiinflamatoria al reducir la concentración de ciclooxigenasa-2 (COX-2). También se ha descrito una elevada acción antioxidante muy superior a la de la vitamina E. Numerosos estudios relacionan la curcumina con la microarquitectura ósea. La administración de curcumina en un modelo animal durante 12 meses produce cambios en el recambio óseo evitando el deterioro de la estructura esquelética y se observa un aumento de la masa ósea trabecular (20).
SEMILLA DE UVA: el extracto de las semillas contiene proantocianidinas, que son poderosos antioxidantes. Diversos estudios experimentales han puesto de manifiesto la acción de las proantocianidinas sobre la densidad ósea. En un estudio sobre un modelo artrítico se comprobó que la administración de proantocianidinas de semillas de uva atenuaba la severidad de la artritis de forma dosis-dependiente reduciendo la inflamación sinovial, la erosión del cartílago y la erosión ósea. En otro estudió se demostró que la administración conjunta de calcio y proantocianidinas era más efectiva en la reversión de la debilidad del hueso mandibular (21,22).
TÉ VERDE: diversos estudios han mostrado una relación entre los polifenoles del té verde, concretamente de las catequinas, entre ellas la EGCG y la salud ósea. Parece que estos polifenoles mitigan el deterioro y mejoran la integridad ósea. Actúa suprimiendo la erosión del hueso y modulan el compartimento del hueso esponjoso y endocortical aumentando la masa ósea. Los mecanismos de acción a través de los cuales los polifenoles del té verde ejercerían su acción protectora sobre la salud ósea, se han detallado en una revisión reciente (23). Los polifenoles del té verde actuarían como potentes antioxidantes sobre el estrés oxidativo, como antiinflamatorios, potenciarían la osteoblastogénesis, suprimirían la osteoclastogénesis y probablemente ejercerían una acción osteoinmunológica (24,25).
LICOPENO Y LUTEÍNA (CAROTENOIDES): diferentes estudios han sugerido que los carotenoides pueden tener un efecto protector ante el riesgo de pérdida de masa ósea. En nuestra formulación hemos incorporado dos carotenoides concretamente el LICOPENO y la LUTEÍNA. El LICOPENO se encuentra principalmente en el tomate y actúa como antioxidante al disminuir el estrés oxidativo y el riesgo de osteoporosis. En un estudio reciente se quiso determinar los efectos de una dieta restrictiva en licopenos y los marcadores de recambio óseo en las mujeres posmenopáusicas. Los investigadores concluyeron que el licopeno actúa como antioxidante disminuyendo la destrucción ósea y que este hallazgo podría ser beneficioso en la reducción del riesgo de osteoporosis. En el estudio de Framingham sobre Osteoporosis se demostró una correlación entre alta ingesta de carotenoides entre los que se encuentra la LUTEÍNA y menor incidencia de factura de cadera por osteoporosis (26,27).
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