Desde la antigüedad ya se usaba el caldo de hueso como método curativo contra la disfunción intestinal, cualidad de este producto que no ha perdido, pero que con el paso de los años ha caído en el olvido.
Es ahora en la actualidad, cuando vuelve a irrumpir con fuerza como otro de los superalimentos cargados de nutrientes y con poderoso efecto sobre la salud.
Una fuente de proteínas biodisponibles que proporciona los aminoácidos esenciales que el cuerpo necesita, estimulando el metabolismo y la renovación celular.
La ciencia ha corroborado lo que sabían nuestras abuelas. Los caldos contienen minerales en una forma que el cuerpo es capaz de absorber con facilidad.
Nutrientes que aporta el caldo de hueso:
- El colágeno: que es la proteína más abundante del cuerpo y una de las más importantes a nivel estructural. Es como un ”pegamento” que mantiene unido el cuerpo. Favorece el buen estado de la piel, la pared intestinal, los huesos, los cartílagos, los tendones y las articulaciones.
La mejor forma de verificar la calidad del caldo es comprobar si tiene una textura gelatinosa después de la refrigeración. - Glicosaminoclicanos: son estructuras glucídicas, muy importantes para el buen estado de los tejidos conjuntivos y del líquido sinovial, que es el lubricante que rodea las articulaciones.
- Glicina: es un aminoácido no esencial necesario para que el cuerpo fabrique colágeno.
- Prolina: es vital para regenerar la piel, las heridas y proteger la pared de las venas y arterias. La gelatina y el colágeno son las mejores fuentes de este aminoácido.
- Glutamina: este aminoácido garantiza el buen funcionamiento de las células de la pared intestinal y del sistema inmunitario.
- Minerales: aporta sobre todo calcio, magnesio, fosforo y potasio.
Beneficios que aporta el caldo de huesos:
- Sistema digestivo: los aminoácidos del colágeno (lisina, glicina, prolina, hidroxiprolina, glutamina…) ayudan a reparar la pared intestinal, muy importante si hay permeabilidad intestinal o inflamación intestinal. Mejorando la salud intestinal se refuerza el Sistema inmune.
- Huesos y articulaciones: el buen funcionamiento de las articulaciones depende bastante de su nivel de lubricación y aquí interviene el colágeno y los glicosaminoglicanos, ayudando a disminuir los dolores articulares.
- La piel: la dermis está compuesta fundamentalmente por colágeno, queratina y glicosaminoglicanos. Esto ayuda a favorecer la elasticidad y firmeza de la piel. También beneficia al cabello, uñas, tendones y ligamentos.
- Metabolismo: según estudios se cree que la glicina ayuda a regular la glucosa.
- Sueño: la glicina es un neurotransmisor inhibidor que reduce la ansiedad, favoreciendo el estado de calma y mejorando el sueño.
- Cerebro y sistema nervioso: la glicina tiene efectos neuroprotectores y la condroitina interviene en la regeneración y plasticidad del sistema nervioso central, lo que favorece el aprendizaje y la memorización.
Promueve la pérdida de peso: aunque es un caldo tiene poder saciante que ayuda a controlar el apetito.
Productos a base de caldo de huesos:
El Caldo de Huesos se ha convertido en un producto del que se habla mucho en internet (10 mil búsquedas al mes, tan solo en España).
En cambio es difícil de encontrar en tiendas por la dificultad de su elaboración.
Se consigue gracias a una cocción lenta (24-48 horas) a la que se somete el caldo, maximizando así la liberación de proteínas, minerales y vitaminas que sirven para mejorar la salud.
Te presentamos el polvo de proteína de caldo de huesos de Suravitasan:
Nuestro caldo de hueso de res se elabora de manera tradicional a fuego lento. Se obtiene a partir de los huesos y los tejidos conectivos de bovino alimentado libremente en pastos. El caldo de hueso tiene un alto contenido en proteínas y es una fuente rica en aminoácidos biodisponibles, que estimulan su metabolismo y el proceso de renovación celular.
Nuestra Proteína de Cado de Hueso está testado en laboratorio con ISO 17025, asegurando así que está libre de antibióticos, de Encefalopatía Espongiforme Bovina (EEB) de hormonas.
Ideal para aumentar el valor proteico de sopas, guisos o salsas; también puede usarlo solo como un caldo listo para beber
Fuente: Pilar Perales (Técnico Superior en Dietética y Nutrición)